LA TECNOLOGÍA CPL G3, PILAR DE LA SMART GRID Y DE LA SMART CITY
Las redes de comunicación del futuro están llamadas a hacerse cada vez más sólidas, fiables y capaces de atravesar obstáculos como las grandes construcciones. Utilizando la infraestructura eléctrica para transmitir datos, el protocolo CPL G3 combina estas propiedades al mismo tiempo que evita creer nuevas vías de comunicación. Económica, sencilla y elegante, esta tecnología abre la vía al desarrollo de nuevos estándares abiertos para numerosas aplicaciones smart grid.
Para las redes eléctricas inteligentes, abiertas y con una gran interoperabilidad.
El protocolo CPL-G3 o G3-Power Line Comunication ha sido desarrollado para garantizar una gran interoperabilidad de las implementaciones de las smart grids, así como su apertura sobre otros protocolos. De esta forma, el CPL-G3 hasta ahora es el único estándar CPL banda estrella que permite soportar el protocolo internet iPv6. El mismo permite administrar, a través de internet, los sistemas de gestión de contadores. Las comunicaciones a través de los transformadores son más eficaces gracias a este protocolo, ya que permite optimizar la banda pasante y corrige los errores a través de un mecanismo inteligente. También ofrece un caudal particularmente más elevado que el que de cualquier otro protocolo radio para permitir a las redes recibir comunicaciones bidireccionales.
Hacia el internet de la energía
La especificación G3-PLC ofrece una multitud de posibilidades y abre la vía a redes eléctricas cada vez más inteligentes, así como al internet de la energía. Se pueden desarrollar numerosas aplicaciones gracias a esta tecnología como la gestión y el monitoreo de la red de distribución eléctricas gracias al smart metering. Este último es la posibilidad para un contador eléctrico de enviar directamente y en tiempo real, gracias a un router, el consumo eléctrico de un abonado o de una infraestructura al gestor de la red de distribución. También permite la gestión de las iluminaciones, la gestión de producción de las energías solares e incluso el control de la carga eléctrica de un coche eléctrico.